Un Cura cardiáco

Había un curita "cardiaco" que nunca había hecho nada. Andaba por ahí triste y cabizbajo porque pensaba que nunca haría ninguna hazaña como otros compañeros que si ya eran famosos y ya hacían hazañas curiales.

Sin embargo, un buen día encontró su gran oportunidad de dejar de ser el patito feo presbiteral. Y encontró entre las calumnias contra Fr. U la oportunidad de ser un gran heroe. Si lograba sacar a Fr. U, el gran pedófilo y corruptor de menores (cosa que no sabemos como está seguro), entonces su séquito de "laicos" le entronizaría como gran prior de la logia de los salvadores.

Así que manos a la obra, que esta oportunidad no podría perderse. Se armó el despelote en su reinito de "la sagrada familia", a 5 1/2 kms del puente de la enemistad entre Brasil y Paraguay. Allí puso en obra el plan maquiavélico de montar en cólera a cuanto laico "Judilero" tenía a su alcance. Les pasó el expediente del terror del Padre "U" -por el apellido Urrutigoity- que consiguió despues de una "exhaustiva" investigación -escribiendo "Urrutigoity" en Google- y con eso los puso en pie de guerra para buscar sacar al Padre Carlos de la diócesis.

Pero la cuestión no fue tan facil. El curita no contaba con la astucia de aquellos que conocían la verdad y que no le permitirían a él ni a los "judilos" hacer de las suyas.

Ahora, en medio de todo el "warará", despues de haber sido envíado a un mejor destino. Parece que el curita esta teniendo fuertes dolores en el pecho por no soportar los dolores del corazón.

El de la mitra le quizo envíar como formador al Seminario, ya que se mostraba tan preocupado por la formación de los seminaristas "acosados por el Padre U", pero el pobre se cagó aparentemtne, pues algunos dicen que lo vieron con el pantalón abultado y mojado en algún momento. Dijo que no quería ir allí porque no podía estar entre sus enemigos. Lo cierto es que parece que los seminaristas le esperaban con algo de hambre para fritarlo vivo en el almuerzo del día; el motivo: los seminaristas sabían del cagadón que se había mandado y estaban con ganas de cobrarle todo el despiole que les armó. Pero no se animó a enfrentarse a los pobres "seminaristos". No sea que quieran hacerlo homosexual también -dice-.

Cosas en Ciudad del Este

Hace unos meses atrás, un grupo de "Laicos" de Ciudad del Este se ha alzado en contra del Obispo de la Diócesis de Ciudad del Este, Mons. Rogelio Livieres, pidiendo explicaciones sobre la incardinación de un sacerdote con acusaciones de supuesto acosos sexual a menores en la diócesis de Scranton, EE. UU., P. Carlos Urrutigoity.

La cuestión es terrible, pues aparentemente Mons. Rogelio Livieres lo que hizo fue defender a un Cura que fue objeto de terribles persecuciones y calumnias en los Estados Unidos. Estas acusaciones fueron rechazadas in límine por la justicia americana y el P. Carlos, despues de tanta calumnia y dificultad, decide salir de los EEUU, junto con su nueva Comunidad Sacerdotal de San Juan, rumbo a algun lugar donde haya menos persecución.

Lo cierto y lo cercano es que, como este sacerdote fue objeto de persecución furibunda por parte de un tal "Dr." Jeffrey Bond, que desperdigó sus infamias por toda la internet -porque hay que ser idiota para no darse cuenta rápidamente de que todas las publicaciones tienen una única fuente final, el sitio de este "Doctor"- causando al calumniado una terrible campaña de escrache insuperable, estos "Laicos" lo primero que hicieron fue enviar nota de protesta cotra el Obispo pero publicada directamente en un periódico sensacionalista paraguayo -uno con nombre de alfabeto. Esto, en vez de encontrar solución al problema, escuchando al obispo Livieres sobre el proceso que siguió para incardinar al P. Carlos.

Así que se armó la trifulca entre los "laicos" totalmente descontrolados -por su ignorancia, claro está- y el obispo que trata por todos los medios de explicarles a ellos una y otra vez el proceso legal y legítimo que siguó para comprobar la inocencia del P. Carlos y su expediente totalmente limpio.

Lo mejor de todo fue cuando estos "laicos" encontraron el apoyo incondicional de un "curita" cardiaco que, como nunca había hecho ningún acto heróico, pensaba que esta era la chance de convertirse en el superman defensor de los pobres y desamparados por el Obispo Livieres. Y vaya que problema, el "curita" cardiaco se enfrentó al Obispo, como si fuera él mismo el obispo, desobedeciendo abiertamente a Su Excelencia y armando una campaña de aquellas donde el defendía con todas sus fuerzas que "sí, el P. Carlos es culpable de HOMOSEXUAL". Vaya afirmación, pues él mismo no tenía más pruebas que las fuentes únicas de aquel "Doctorcito" americano.